Un relato finalista del concurso Wonderland de RNE para empezar el año.
HAYLAS
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| Foto de la Internacional Microcuentista |
No sé por qué Hortensia negaba siempre que era gallega,
de Porriño. Quizás le daba reparo porque todo lo que cocinaba sabía a pulpo,
incluso el café. Papá decía que era una frescachona y una ordinaria, pero le remiraba
con anhelo la piel tersa y azulada del escote. A mí me embrujaba su olor a
botafumeiro, y sus manos de piedra musgosa. Cuando estábamos en la cocina jugaba
a asustarme con cuentos de lobisomes y, como colorín colorado, ponía ojos de
muerta. “Rapaz, aparta la vista u os sorberé el alma”. Y lo cumplió. Ahora
lleva el anillo de mamá.
Me encanta tu relato, con esa bruja incorporada a la vida cotidiana, al mas puro estilo galaico. También me gusta mucho tu blog, sólo que no estoy de acuerdo con eso de "poco que contar".
ResponderEliminarUn abrazo fuerte y enhorabuena, campeona
Gracias, Ángel. Tú sabes mejor que nadie que usamos poquitas palabras, pero intentamos contar grandes cosas. Muchos abrazos cariñosos.
EliminarEste es un relato extraordinario, Belén. Realmente precioso y bien contado. Alta literatura, sin duda. Me ha recordado al Cela de Mazurca para dos muertos. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Enrique. Ya me gustaría a mí tocar esos cielos tan altos, es un orgullo que me visite todo un ganador REC. Abrazos.
EliminarMuy bueno, Belén, muy bueno. Esta bien que esté en Wonderland.
ResponderEliminarMe alegro de que te guste, Luisa. Allí te esperamos en Wonderland, al otro lado del arcoiris. Un beso.
EliminarGenial!!!
ResponderEliminarGracias, guapa. Bienvenida a tu casa.
Eliminar¡Me encanta! Es difícil contar en castellano algunas historias y realidades que son puramente gallegas, pero has conseguido hacerlo y además hay expresiones preciosas. Una mezcla de realismo mágico con leyendas de aquí que funciona, me encanta la propuesta.
ResponderEliminarP.D. Esa era unha lurpia : ).
Gracias, Luz. Es un honor tu comentario viniendo de alguien de la tierra y de una gran escritora como tú. Muchos besos.
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