En la segunda fase de la emocionante Copa ENTC de este año, el reto era escribir un relato que contuviera las palabras celebrar, luciérnaga y amargo. Aquí dejo mi propuesta.
Hoy que se sabe dispuesta,
Lucía enciende y apaga tres veces seguidas el fluorescente de la cocina. El vecino,
que ha estado espiando esa intermitencia en su piel desde la ventana de
enfrente, responde enseguida con dos ráfagas de la lámpara de la mesilla.
Entonces ella espera las altas horas y cruza el patio en penumbra, arrastrando olor
a bosque en su pelo por el anhelo de celebrar un
amor de luciérnagas. Pero le encuentra dormido, tras
la ventana enrejada, y cuando llega la mañana no puede evitar que la luz de su
abdomen se funda con un chasquido amargo.
Una relación luminosa, que parece funcionar mejor en las distancias largas que en las cortas. Pero seguro que será cuestión de tiempo que estos protagonistas puedan unirse bajo una misma luz Un abrazo, Belén
I have no words, my dear friend.
ResponderEliminar¡Huy, que polígloto! Gracias por la visita, amigo Luis María. Espero que te haya gustado.
EliminarUna relación luminosa, que parece funcionar mejor en las distancias largas que en las cortas. Pero seguro que será cuestión de tiempo que estos protagonistas puedan unirse bajo una misma luz
ResponderEliminarUn abrazo, Belén
Esperemos que sí, Ángel, que se produzca el chispazo. Muchos besos y gracias por tu compañía en este blog.
Eliminar