El calor extremo es capaz de desquiciar al más templado. Aquí dejo un nuevo despojo de Relatos con Banda Sonora, esta semana con la inspiración de Summertime en la versión de Janis Joplin.
EL DUELO DE UNA NOCHE DE VERANO
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Foto de Lesmode |
Batiendo con furia el abanico, la Cubana se administra
en el escote un ardor refrescante en posición centinela sobre el taburete,
desde donde domina los reservados del club. Justo enfrente, Clarita lleva un
rato persiguiéndole la mirada mientras chupa desafiante un trozo de hielo gigante.
De un poderoso soplido, salva la anchura de la barra y lo escupe, pringoso de
carmín, al regazo de la madame. Un varillazo de carey que le cruza la cara es
el premio a su puntería. No es por envidia, no fue por ningún hombre —explicaron
luego en Urgencias—. Es que hacía demasiado calor.
El calor en verano puede tener curiosas consecuencias.
ResponderEliminarQué bien escribes, Belén.
Te mando un abrazo
Recibo ese abrazo, Ángel. Gracias por estar siempre aquí.
EliminarUn relato repleto de imágenes que te envuelven y hasta te contagian el calor. Excelente.
ResponderEliminarBesos.
Relato repleto de imágenes que te envuelven y te hacen hasta sudar. Excelente.
ResponderEliminarAbrazos.
Mil gracias, maestro. Besos para ti también y cuidado con los abanicos, que los carga el diablo.
ResponderEliminarHola ya voy regresando a leer y a las otras rutinas menos agradables. Un relato muy bien ambientado, ese calor pegajoso y esas disputas entre mujeres de la vida.
ResponderEliminarEncantada de leerte.
Besos