viernes, 22 de mayo de 2015

Gentes tan dispares

Cuelgo este relato que ha sido finalista en el concurso Wonderland de RNE, qué alegría se han llevado Salpicón e Irina, y aquí los dejo refugiados, con su historia de amor más allá de fronteras y razas.

SEÑORAS Y SEÑORES SEPAN USTEDES
Foto de Andrea Balducci
En las ferias me anuncian como Salpicón, porque igual te imito a Camarón que al Cigala, e incluso al Pescaílla. Sobre el escenario, las gachís suspiran por mi cintura de rumba y sexo bravo, pero este gitanito sólo quiere encaramarse a las largas piernas de la Irina, aunque sea pagando. Mala fortuna nos traen estas mujeres de la vida que vienen del frío a aguantar palizas. Y es que aquí enseguida nos hierve la sangre, por eso le clavé al payo la navaja sin darle tiempo ni a subirse los calzones. La flor de la noche, ¡pa quien la merece!

4 comentarios:

  1. Contraste de razas bajo el punto de vista del protagonist, al que parece que estamos viendo. Eso hay que saber hacerlo.
    Un abrazo

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    1. Muchas gracias, Ángel. Le he cogido yo cariño a ese Salpicón, con sus sombras y sus luces. Un abrazo.

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  2. Felicidades por ese finalista, Belén. Narrado con un lenguaje que fluye, ágil, de feria, que nos deja una asombrosa historia de machistas. Enhorabuena.

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    1. Gracias por tu comentario, me alegra que te haya parecido que el tono va acorde con el personaje, es lo que quería reflejar. Un abrazo.

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