Despojos
Hoy, viernes 13, os dejo uno de los relatos que envié a Cuentos para el andén. Feliz descanso.
EL LEGADO
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Foto de Bernat Casero |
Al fin quietas. Un chispazo agónico de actividad neuronal le recordó cómo
había odiado el avance implacable de aquellas manecillas desde que su padre se
lo mostrara por primera vez. El reloj era el legado de la familia y tuvo que prometer
que lo usaría siempre. Siempre. Ahora el tictac se había acallado y lo
interpretó como el comienzo del resto de su existencia. Las flores habían
dejado de oler y hacía mucho tiempo que la oscuridad era plena. Cómodamente
tendido en la caja, vistiendo su mejor traje, se dispuso para el descanso
eterno.
Un tictac unido a los latidos de su portador, de tal forma que el silencio de la máquina mecánica también contagia a la orgánica, unidos en una existencia y en la otra.
ResponderEliminarBuen texto, Belén
Un abrazo
Muchas gracias, Ángel. El legado le pesaba demasiado y no fue hasta que se detuvieron las manecillas que pudo por fin descansar, aún después de muerto. Gracias por tu visita.
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