Llegan las rebajas
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Foto de Jim Forest |
He participado -sin éxito- con este relato, que no podía superar las 50 palabras y en el que tenía que aparecer la frase "nada que ponerme/ponerse", en el concurso que ha organizado un hermano de letras en nombre de una tienda de complementos de Madrid. Al menos lo pasamos fenomenal en la fiesta de entrega de premios con champán y buena conversación.
EVA
Vivíamos tan
felices y me dice que no tiene nada que ponerse. Luego se va con la víbora esa
de tiendas y me deja solo, sin más cena que una manzana mordisqueada. Y encima
acaba de presentarse el casero con un aviso de desahucio por incumplimiento de
las normas.
Pobrecito Adán.
ResponderEliminarMuy simpático, Belén
Un abrazo
Gracias, Ángel. Hay cosas que llevan ahí desde la noche de los tiempos. Un abrazo
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